Hoy, como a las tres de la mañana podría decir que me despertó un terrible olor, me levanté casi pegando contra las paredes, había pasado una mala noche y aquella escena sería la cereza en el pastel, tal vez debió haber sido el cierre de aquellas malas horas de sueño…pero lo tomé mal y eso marcó el inicio de un día que desearía volver a comenzar de nuevo, pero así es la vida, chicas; el tiempo perdido no se recupera.
Una vez en la sala, sentí en mi sandalia una especie de líquido no identificado, con los ojos entreabiertos encendí la luz y ¡sorpresa! Algún ingenioso animal había ingresado a la casa, había volcado y distribuido un balde de material orgánico que tenía cerca de la pila, entiéndase que eran cáscaras de huevo, sobros de arroz, huesos y otros distribuidos entre la sala y la cocina…y ahí estaba yo, a las 3 de la mañana sin nada que decir, limpiando la casa y tratando de quitar ese olor a vómito que inundaba la casa. Irónicamente había dejado el balde dentro para evitar que un perrito hiciera una torta, pero bueno, no fue necesario.
Volví a la cama, no solo había perdido el sueño, había también perdido la paz en aquel momento de enojo y sin darme cuenta aquello había marcado ya el inicio de un día de esos que uno dice ¡qué se termine!
Me tomó dos horas volver a dormirme, para levantarme un rato después con tremendo dolor de cabeza, indispuesta, ni siquiera me acordé de darle gracias a Dios…lo que quiere decir que yo misma me eché la sentencia solita.
De ahí en adelante casi todo hoy me ha resultado mal, ha sido uno de esos días que uno quisiera irse muy lejos, alejado de todo y de todos, esos días en los que ni siquiera nosotras mismas nos entendemos, que solo metemos la pata y nos dominan las emociones…al final del día por poco termino cayéndome en el baño.
Dormí por unas horas en la tarde esperanzada en que la migraña desapareciera, me levanté y nada!!! Mi cabeza seguía dando vueltas…estaba cansada de todo lo malo que había hecho en el día, había pasado del enojo a la tristeza y frustración por cosas muy simples, cosas hasta sin sentido. Decidí meterme al baño y bañarme de pies a cabeza, me miré al espejo con aqueñas “greñas” despeinadas que por cierto, no se me deja de caer, miré mis ojeras grandotas que en aquel momento reflejaban junto a mi mirada el cansancio emocional, que se había adueñado de mí este día y decidí hacer un alto, justo hace unos minutos, cuando el día está por acabar, pero aún tengo que trabajar.
Miré otra vez al espejo y recordé que detrás de esa mirada cansada, esas ojeras y ese cansancio emocional disfrazado de migraña, había una mujer que había podido salir delante de muchos malos días y decidí que a diferencia de aquellos días no le iba a dar gusto al diablo, a mis emociones o a quien sea que sea, de que este día terminara tan mal como empezó.
Y finalmente aquí estoy, fresquita, aun un poco cansada pero más tranquila, he hablado con Dios y escuchado una canción que le ha devuelto la paz a mi corazón y volví a sonreír, volví a amarme y recordar que finalmente yo misma soy lo mejor que tengo y aunque pueda parecer tonto, tendré que lidiar conmigo misma hasta que me muera, así como en un matrimonio, en las buenas y en las malas, con la diferencia de que uno no puede apartarse de sí mismo ni un instante, ni ocultarse nada…jajaja
Chicas, a muchas les debe haber pasado, tal vez hoy mismo u otro día, tal vez no con un gato que haya invadido su casa, tal vez un problema en el trabajo, algo con los hijos, el marido o simplemente las emociones que suelen hacer con nosotras lo que les da la gana, pero cada día tiene su propio afán y si hay algo que siempre ha renovado mi esperanza, es confiar que Dios me dará la oportunidad de vivir un nuevo día, que ya mis fuerzas se habrán renovado y volveré a ser feliz como lo fui ayer.
Desde hoy me comprometo a hacer de mañana un mejor día, me comprometo con Dios y le pido perdón cuando he perdido mi tiempo en pequeñeces que me han segado y han hecho que pase inadvertido tantas cosas bellas que él me ha dado este día.
Si tuve desechos orgánicos, es porque he tenido comida para alimentarme, si casi me caigo en el baño es porque tengo un lugar donde asear mi cuerpo, y la verdad que pensándolo bien ni siquiera pasé una mala noche, tan solo no dormí tan rico como quería, pero tenía una camita, cobijita, un techo y una buena compañía a pesar del desvelo.
Nuestro mundo de mujeres es algo tan complejo que ni nosotras mismas lo comprendemos seguramente…es esta alma de mujer la que nos hace distintas y ante todo la que nos tiene que hacer levantarnos ante las pruebas y la dificultad.
Que nadie nos diga que no podemos hacerlo, ni mucho menos que somos el sexo débil, porque a veces lloramos por cualquier cosa o andamos de “chichas”, así somos, este es nuestro mundo que, por cierto, está muy lejos de ser color rosa, nuestro mundo es una mezcla de colores que muchos ni siquiera lograría descifrar.
Pero estoy segura, que al igual que yo, muchas de ustedes, si no la mayoría, si tuvieran la oportunidad de escoger, decidirían ser mujeres nuevamente…porque es difícil pero maravilloso!
Les dejo por acá esta bonita canción, pueda que les ayude a aliviar el corazón.
Quien escribe, Yuri Fallas.
Celular, 8542 50 0o.
