Consejos Útiles

El uso de los fármacos en personas con Obesidad o Sobrepeso.

Desde hace un tiempo el sobrepeso y la obesidad se vienen viendo como un tema tabú, sí es cierto, a muchas personas no les gusta hablar de su problema con el peso; incluso para nosotros como médicos llega a ser incómodo estarle diciendo a los pacientes el problema de su peso y que sus enfermedades crónicas, sus dolores articulares, etc., no van a disminuir si no se propone a bajar de peso, y por más “dulce” que sea nuestra comunicación, muchas personas se molestan cuando escuchan al médico decirlo; entonces yo me cuestiono ¿por qué hemos llegado a esta situación?

La obesidad es una enfermedad, y como tal se debe tratar, se debe actuar mientras estamos a tiempo, es progresiva y nos lleva a problemas de salud muy graves, incluso la muerte, por eso sí es importante hablarlo.

Entonces voy a empezar por ¿cómo sabemos si nuestros estilos de vida son saludables?

Lo primero es identificar si nuestra vida, nuestros hábitos, costumbres, las actividades que realizamos, ¿son realmente saludables? El concepto de estilo de vida saludable es bastante subjetivo, me he dado cuenta que lo que es saludable para una persona puede que para otra no lo sea, entonces acá debemos detenernos un momento y realizar el siguiente ejercicio, conteste en su interior las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué comemos?
  2. ¿Cuánto comemos?
  3. ¿Hacemos actividad física?
  4. ¿Tenemos salud mental?
  5. ¿Estamos bien en nuestro trabajo?
  6. ¿Estamos bien con nuestras relaciones familiares?
  7. ¿Nos estresamos mucho regularmente?
  8. ¿Cómo está nuestra autoestima?
  9. ¿Cómo está nuestra vida espiritual?
  10. ¿Dormimos lo suficiente?
  11. ¿Descansamos al menos 1 día por semana?, libre de trabajo, tareas, oficio, ¿realmente descansamos?
  12. Cuando estamos estresados o ansiosos, ¿qué hacemos para reducirlo?
  13. ¿Que hacemos en nuestro tiempo libre?

Hasta acá ya nos vamos dando cuenta que llevar una vida saludable no sólo es comer sano y salir a correr los domingos, implica más que eso, hay que verlo de una manera integral, tomando en cuenta todo lo que gira en nuestro entorno, y todo lo que tenemos en nuestro interior.

Ahora vamos a la siguiente pregunta ¿Cómo sabemos si nuestro peso es saludable?

De manera global el método más utilizado es con el IMC (índice de masa corporal), el cual se basa en el peso y la talla para personas adultas, pues en niños se utilizan otras tablas. La forma de sacarlo es:

Dra. Maricel Muñoz, manejo de obesidad, Pérez Zeledón, www.pzactual.com

Y los rangos son los siguientes:

Mi trabajo como médico también implica ayudar a los demás no sólo a recuperar su salud sino también a la prevención de enfermedades, razón por la cual me he enfocado en ayudar a las personas con sobrepeso y obesidad, si su caso es sobrepeso, es un excelente momento para recuperarse a un peso y un índice saludable y de esta forma prevenimos enfermedades que se asocian a futuro como la hipertensión arterial (o presión alta), diabetes, eventos cerebrovasculares, infartos al miocardio, cáncer y muchas enfermedades más que se asocian a la obesidad, y si ya tienes obesidad, deténgase y reaccione porque es hora de tratarlo!!! Tome en cuenta que las enfermedades crónicas son difíciles de controlar sino no se controla el peso y se cambian los hábitos de vida.

Es por eso que los tratamientos para el sobrepeso y obesidad deben ser individuales, incluso las dietas y el ejercicio deben ser individualizadas, el clásico ejemplo de la persona que descarga una dieta de internet para bajar 5 kilos en una semana ¡y le funciona!, por lo que se la da a su vecina, la vecina la inicia y dos días después cae en el hospital. De igual manera el ejercicio, aquel que tenía vida sedentaria, pero se inscribe al gimnasio y por querer resultados rápidos, también lo vemos más tarde en el hospital, el ejercicio debe ser a tolerancia e ir avanzando progresivamente. Las dietas no son eternas, no vamos a durar toda la vida sin comer harinas, dulces, etc, pero el problema muchas veces no es lo que comemos, es cuánto comemos.

También existen fármacos aprobados para el uso en el sobrepeso y obesidad como coadyuvantes a una dieta y hábitos de vida saludable, cuando ya se ha intentado dietas, ejercicio y por sí solos no se logran resultados, o ante la existencia de enfermedades concomitantes significativas, tales como diabetes, dislipidemia, hipertensión arterial con un IMC superior al normal, que persiste a pesar de la modificación del comportamiento de hábitos alimentarios.

Estos fármacos son de uso médico exclusivo, con receta médica, por lo cual no se encuentran a la venta libre para cualquier persona.

Estas familias se llaman anorexigénicos, ya que parte de su mecanismo de acción es suprimir el apetito, ellos funcionan en el sistema nervioso central, existen diversos tipos, los efectos varían, y hay algunos más seguros para personas con enfermedades crónicas que otros, hoy voy a destacar 1;

LOS QUE ACTÚAN SOBRE EL SISTEMA ADRENÉRGICO: son derivados anfetamínicos, fueron sintetizados para reducir los efectos negativos de las anfetaminas y aprovechar el poder que tienen para suprimir el apetito y acelerar el metabolismo; sin embargo, pueden producen efectos colaterales indeseados similares a las anfetaminas si no se usan adecuadamente y bajo control médico estricto.

Es por eso que voy a recalcar algunas observaciones׃

1) Los medicamentos utilizados para el control de la obesidad deberán ser manejados exclusivamente por médicos.

2) El resultado del tratamiento es mejor cuando se asocia a una rutina adecuada en los hábitos de alimentación y ejercicio.

3) Sólo son coadyuvantes en una estrategia terapéutica integral y adaptada en forma individualizada.

4) Que los medicamentos para el manejo de la obesidad no curan esa condición, más bien ayudan a controlarla, acompañado desde luego de hábitos de vida saludables como actividad física y una alimentación sana.

5) Que el llamado popularmente “efecto rebote” se da en personas que, logran bajar de peso con medicamentos o por cualquier otro medio sin cambiar hacia una alimentación sana y continúan con un nivel bajo de actividad física.

6) El riesgo asociado a su uso deberá siempre ser comparado con las contingencias derivadas del sobrepeso u obesidad y sólo se mantendrán si son seguros y efectivos

Se debe incluir en el manejo una valoración individual, enfermedades asociadas y fármacos que utiliza de manera crónica, llegar a un consenso con el paciente sobre cuales hábitos se van a cambiar, valorar riego-beneficio según su condición para uso de algún fármaco, adecuar dosis y explicar ampliamente los efectos del fármaco, así como metas y estrategias para perder peso en un lapso de tiempo adecuado, así como hábitos para potenciar los efectos deseables del fármaco.

Que pasen un bonito día, y recuerden׃

Arriesgarse a dar el primer paso es el inicio de una vida próspera y saludable, ¡motivación para empezar, y hábito para continuar!

 

Dra. Maricel Muñoz.

Médico Cirujano

Cod 14701
www.dramaricel.com

Yuri Fallas A.

Comunicadora generaleña desde el año 2012, co directora de PZ Actual, corresponsal de Canal 7.

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