Leí un día de estos en un libro llamado «El Monge que vendió su Ferrari» una parte que llamó poderosamente mi atención y decía algo como que el padre le preguntaba a su hijo antes de dormir qué buenas obras había hecho durante el día, si su hijo le respondía que ninguna su padre le exigía levantarse y realizar algún acto de bien por muy sencillo que fuera, pensé lo importante que sería que todos por voluntad propia nos hiciéramos esta pregunta antes de dormirnos y que de igual manera nos obligásemos a hacer algo bueno cada día.
Justamente hoy me encontré con un anuncio en el Facebook de la Caja Costarricense del Seguro Social donde promovían su campaña “Atrévete a donar” que ofrece a las personas la oportunidad de convertirse en donadores de órganos o tejidos.
Pensé entonces qué manera tan sencilla podría ser esta de poder hacer una buena obra en este día, de modo que ingresé al link www.ccss.sa.cr/donar y expresé mi voluntad de donar mis órganos y tejidos después de fallecer.
En esa página le solicitan llenar algunos espacios con datos personales para luego registrarse, finalmente a mano derecha le dan la opción de descargar el carné de donante, mismo que debes imprimir y firmar para después usarlo en la cartera, por ejemplo.
Yo lo hice, en realidad está súper fácil y siento una gran satisfacción, no sé cuándo vaya a morir, ni sé en qué circunstancia, de hecho la muerte es un tema del que poco nos gusta hablar sin embargo que lindo sería poder llevar vida y con ello alegría a una persona que lo necesita, saber que de alguna manera seguimos estando acá.
Así que les dejo la inquietud, no hay excusas y se siente bien, el poder está en nosotros.
Yo me atrevo a donar ¿y usted?
