Personajes

El día que nos asustó La Llorona…una historia de la vida real.

Aquel era un día normal, un miércoles de Semana Santa del año 2015, en el que nos fuimos con ánimos de disfrutar por el sector de Playa Naranjo.

Bien decían nuestros abuelitos que en Semana Santa lo mejor es quedarse queditico, para no convertirse en un bicho raro o que lo asusten a uno…qué se yo.

Era un camino de difícil acceso, parecía que por aquel lugar hacía semanas ya que no pasaban carros, personas…nada, o mejor dicho que pasaran almas en pena no se nos cruzó por la mente.

Había en aquel trillo paso para un solo vehículo, ya las plantas se cruzaban de lado a lado, razón por la que los hermanos Chaves sin pensarlo dos veces y con cuchillo en mano, empezaron a cortar el monte para abrir campo y que el chofer todo terreno, mejor conocido como el Dr…., pudiera ingresar el carro que a pesar del gran esfuerzo de los muchachos, se fue llenando poco a poco de rasguños por el tipo de plantas que había en aquel lugar, recuerdo de aquel miércoles que se convertiría en un día para nunca olvidar.

Hasta ahí todo transcurría con normalidad, muy bonito el paseo, pero algo raro se estaba gestando, posiblemente desde que Randall tuvo la graaaaaaan idea de llevarse una sábana para hacer un video de asustos según él, pero como no encontramos sábana blanca ahí quedó la grandiosa idea. ¡Claro! No se imaginaba lo que nos esperaba, posiblemente haya sido el poder de las palabras.

Ya a la vuelta, los hermanos Chaves tuvieron la genial idea de hacer una parada para orinar y estando cada uno en lo suyo, a la par de las puertas de atrás del carro, mientras solo se oía los chorritos caer  y estando en aquella soledad, donde al parecer no había más que nosotros, se paralizó aquel momento ante un ruido extraño…y no, no eran los chorritos. Aquello era un grito desgarrador que provenía de la montaña que estaba justo al lado del camino, todos nos miramos tratando de confirmar si era real, todos menos el Doctor, que ya tenía la mirada medio perdida del pánico; Pablo, quien era otro de los acompañantes del viaje,  estaba casi en mis regazos, pero hizo lo mejor que pudo por mantener la calma. Fue ahí donde don Randall con su instinto periodístico  tuvo la magnífica idea de que apagáramos el carro a ver si se escuchaba otra vez y el otro que ya no sabía ni lo que hacía, lo apagó…y para qué lo hizo, han comenzado aquellos gritos desgarradores con mayor intensidad, eran gemidos como pidiendo clemencia, tal cual persona siendo torturada, sin embargo, era una expresión que sobrepasaba lo humano, era algo más allá, en un instante y sin darse cuenta el Dr arrancó el carro y dijo “aquí es camino”, y agarró por aquel terreno en el que había un arrozal, pero no contaba con que aquello era un barreal interminable, a como pudimos lo hicimos reaccionar para que finalmente siguiera la ruta por la que a aquel lugar habíamos llegado.

Seguimos el camino, todos hechos un puño en el carro, con aquella zozobra, la adrenalina de no saber con qué nos encontraríamos, si un animal extraño o bien una persona herida o ya muerta, en el peor de los casos.

Y aquella presión que ejercimos en el Dr, que si había una persona herida tirada a medio camino, él qué haría, por su profesión debía prestarle atención. ¡Con amigos así, para qué enemigos!

Y así seguimos avanzando, con la gran incógnita de qué había sido aquel desgarrador sonido, el camino fue eterno, si nos topábamos otro vehículo de frente no había hacia donde esquivar el nuestro, aquello eran grandes plantaciones desoladas.

Finalmente logramos salir a la calle principal, ya regresar a Dominical, ya el Doctor medio estaba volviendo en sí y como que nos volvió el alma al cuerpo aun con la inquietud de aquel momento que vivimos, y aunque años después seguimos sin saber de qué se trató, hemos encontrado en Internet sonidos semejantes en los que algunas personas aseguran se trata de La Llorona.

Uno de los videos que encontramos en YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=rz4EhoG_KQQ) fue grabado en México por la madrugada, el sonido desgarrador es prácticamente el mismo y cientos de personas alrededor del mundo comentaron contando su historia, que a pesar de ser en otro país o en un contexto distinto, son todas semejantes entre sí, todos los que vivimos una experiencia semejante tuvimos la misma sensación y hemos quedado con aquella inquietud de lo que en ese momento de terror sucedió.

Aunque aún se me eriza la piel al recordar, a aquel lugar espero volver, solo llevaré puesto un pañal por si no me puedo contener.

Hasta ese día yo en asustos no creía, pero ahora cada vez que recuerdo aquel momento me pregunto por qué ese día tantas cosas coincidieron.

¡El lugar, la hora, el día y como dicen popularmente las ganas de “mear” que rato tan amargo a nosotros nos hicieron pasar!

Esta es una historia real, muchos hablan de la Llorona, El Cadejo, El Padre sin Cabeza, el Chupa Sangre, El Pica Leña y otro montón más…pero como se dice popularmente no es lo mismo verla venir que bailar con ella.

Si alguien tiene una historia parecida y nos la quiere contar, puede hacerlo entre los comentarios de esta publicación en el Facebook de PZ Actual. Será bueno leer sus historias y compartir estas atípicas situaciones a las que sé al igual que nosotros, muchos se han enfrentado.

Año 2015, protagonistas Randall, David, Pablo y el Dr.Mauricio y quien escribe, Yuri Fallas.

¡Honestamente yo no sé qué diantres estaba yo haciendo ahí! Pero en buena hora, si no seguramente ni una palabra les hubiera creído de esta historia.

Imagen tomada de Internet con fines ilustrativos.

Yuri Fallas A.

Comunicadora generaleña desde el año 2012, co directora de PZ Actual, corresponsal de Canal 7.

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